Me lastimas, pero lejos tuyo no consigo ser feliz. Me haces daño, pero vuelvo siempre como un perro fiel a ti. Me levantas y me tiras, me rebotas, me castigas, me perdonas, me golpeas, me acaricias, me rechazas y me abrigas. Discutimos, porque en todo quieres tu tener razón, nos buscamos y ninguno quiere ser el primero en pedir perdón; y seguimos
remediando, construyendo, destrozando, comprendiendo, ocultando, ofreciendo y quitando. Y aunque todo lo que quiero de la vida es ser feliz, ya no puedo vivir, no puedo seguir ni contigo ni sin ti, ya no puedo cambiar, ni volver hacia atrás, me quedo aquí. Ya no voy a luchar si los dos somos así.
viernes, 1 de octubre de 2010
Yo sin ninguna escoba que vender, tú con mil y una noches que olvidar;
A mí no me quería un hombre, a ti se te moría una ciudad.
Tú habías perdido el último autobús, a mí me habían echado de otro bar;
Los mismos alfileres de vudú, el mismo cuento que termina mal.
Pero quiso el cielo bautizar el suelo con su gota a gota y con champú de arena para tu melena de muñeca rota y tu mirada azul me dijo a cara o cruz
o cruz
Suscribirse a:
Entradas (Atom)